====== ¡Es el teletrabajo, idiota! ====== No es la rebaja del precio de los combustibles, ni la gratuidad del transporte público, ni el fomento de las energías renovables en las empresas, ni los peajes en las autovías, ni las zonas de bajas emisiones en el centro de las ciudades. ¡Es el teletrabajo, idiota! Todas las medidas que he enumerado y muchas otras son loables intentos de contener el desaforado consumo energético en época de crisis y de incertidumbre respecto al abastecimiento, pero después de pasar por la experiencia de la pandemia y examinar el efecto de la implantación masiva del teletrabajo está más que demostrado que la mejor medida para ahorrar energía, combustible, reducir la contaminación y aliviar el colapso circulatorio en las ciudades es, precisamente, permitir que millones de trabajadores puedan ejercer su actividad sin necesidad de desplazarse de sus domicilios. Y sin embargo, es la única medida en la que el gobierno se ha mostrado restrictivo, reticente, plegado a la visión miope de un empresariado chapado a la antigua, calientasillas, que prefiere tener al personal estabulado en sus corralitos porque cree que así aumenta el control sobre ellos, cuando en realidad lo hace en detrimento de la productividad y, por ende, de la rentabilidad de las empresas. El teletrabajo es el futuro, que nadie se engañe: la asistencia a oficinas donde los trabajadores rumian su soledad junto a sus compañeros es un absurdo, un anacronismo que el siglo se va a encargar de convertir en un recuerdo. Preguntad a los jóvenes, a ver qué opinan, porque son ellos los que van a decidir si querrán un empleo presencialista o la posibilidad de efectuar su trabajo donde quieran y, en muchos casos, a la hora que quieran. {{tag> sociedad política empleo teletrabajo}}