Venga, vamos a hablar y a escribir de ordenadores raros. Esta vez saltaremos el telón de acero y nos iremos a la Bulgaria de 1985, donde la empresa Pravetzd (pública, por supuesto: estamos hablando de un país de la órbita soviética integrado en el COMECON, la comunidad económica de los países del este) se dedicaba a suministrar equipos informáticos a los países de su alrededor, incluyendo a la soviética Ucrania.
Por aquellos entonces, la empresa británica Oric se enfrentaba a la inminente quiebra por las malas ventas de sus equipos Oric-1 y Oric-Atmos, y decidieron vender la licencia de fabricación a Yugoslavia y Bulgaria, donde se fabricarían clónicos con las mismas características del Atmos, aunque adaptados al mercado local, incluyendo los caracteres cirílicos en el teclado, pero las entrañas de la máquina seguían siendo, básicamente el viejo Oric-Atmos: 48KB de RAM; un clon del procesador MOS-6502 de fabricación búlgara, el CM-630; 16KB de ROM con un BASIC y una entrada de cartuchos a la que se le podía pinchar la controladora de diskettes.
Por supuesto, el precio de este equipo era prohibitivo para las economías domésticas del Este, pero se podían encontrar en abundancia en centros escolares y universitarios hasta bien entrados los años noventa. Incluso hay comentarios en las redes de usuarios muy contentos con la fiabilidad y durabilidad de este ordenador, del que dicen que veinte años después aún funcionaban perfectamente. Y es que eso de la obsolescencia programada es sólo un invento del capitalismo.
Pravetzd se dedicó también a fabricar clones de Apple II, y otros equipos occidentales, hasta que finalmente empezaron a fabricar clones de IBM-PC, llegando a fabricar diversas gamas de ordenadores compatibles PC hasta los modelos 486 de 32 bits.