Aquellos locos con sus viejos cacharros - Jupiter ACE
Para los que vivimos aquella época, los años 80 fueron la edad de oro de los ordenadores domésticos. Casi una década de diversión, aprendizaje y creatividad antes de que el estándar PC de IBM se impusiera y terminara arrinconando en los armarios a los venerables ordenadores de ocho bits.
Y hoy quiero empezar esta serie con un ordenador británico que, a pesar de que no tuvo éxito comercial alguno, se ha convertido en un must-have de cualquier coleccionista, alcanzando precios exorbitantes en el mercado (El otro día, sin ir más lejos, vendían uno en Ebay por casi 900 euros). Estoy hablando del Jupiter ACE.
Jupiter ACE no era un ordenador novedoso en el aspecto técnico. De hecho, ya era un ordenador desfasado cuando se puso a la venta en 1982, superado ampliamente por ordenadores como el Commodore 64, el Dragón o el Atari 1200, sin ir más lejos. No, el objetivo de los fabricantes del Jupiter ACE, procedentes de Sinclair y que habían participado en el diseño del mítico ZX-81, era construir un ordenador barato, accesible a cualquier economía en una época en la que un ordenador doméstico podía superar en precio al salario medio de un mes de una familia corriente.
Pero las desventajas de Jupiter ACE respecto a su competencia eran abrumadoras: falta de color y de un sonido decente, poca resolución, escasísima memoria, un teclado más infame si cabe que el del ZX-81, una carcasa de muy mala calidad, no traía lenguaje BASIC…
¿Cómo? ¿No traía lenguaje BASIC? Este detalle, que a buen seguro echó para atrás a más de un potencial comprador, es en realidad el gran atractivo de Jupiter ACE. En mi humilde opinión, BASIC fue un mal lenguaje para el aprendizaje que muchos sufrimos en su día como un mal inevitable. Hay quien incluso asegura que este lenguaje mutila la mente de los que se ponen en contacto con él. Yo no diría tanto, pero con Jupiter ACE podemos hacer una somera comparación:
Jupiter ACE es, internamente, muy similar al ZX-81 de Sinclair. Superior en algunos aspectos, a pesar de haber sido construido con componentes electrónicos estándar del mercado. Con una mejor gestión de la memoria de vídeo, Jupiter ACE aprovechaba la velocidad de su procesador Zilog Z-80 de forma más eficiente. Su mayor ventaja sobre el ZX-81 se la daba precisamente la ausencia de BASIC. Jupiter ACE incorporaba el lenguaje Forth, cuya potencia reside en su simplicidad y en la posibilidad de crear comandos nuevos a partir de los existentes. Un programa escrito en Forth puede llegar a ser hasta 10 veces más rápido en Jupiter ACE que el mismo programa escrito en BASIC para el ZX-81.
Así fue como Jupiter ACE se convirtió en un “ordenador de culto” para aquellos que querían algo distinto a lo que ofrecía el mercado de la época. Este ordenador daba al usuario la oportunidad de adentrarse en un lenguaje de programación escalable, mucho más interesante de estudiar que el trillado BASIC y su vorágine de GOTOs. Obviamente, con estas características, su fracaso en el mercado era cosa cantada, y sólo se vendieron aproximadamente unas 5.000 unidades del Jupiter ACE. A pesar de que los diseñadores intentaron mejorarlo en versiones posteriores, nunca fue un ordenador popular, y el fracaso del invento acabó hundiendo a la empresa.
Actualmente, los que no tenemos capacidad económica suficiente como para comprarnos un Jupiter ACE en el mercado del coleccionismo, todavía podemos disfrutar de la sensación de programar aquella rara avis del mundo informático gracias a los emuladores. Los hay, y muy buenos, para Windows, Linux e incluso para iPad. Incluso los más manitas pueden construirse su propio Jupiter ACE, gracias a que sus creadores liberaron los esquemas del ordenador.
Para saber más:
- Jupiter ACE en Old Computers.
- Jupiter ACE resource site. Todo sobre el ordenador Jupiter ACE.
- Cómo construir un Jupiter ACE, en El trastero del Spectrum.
Bonus track: Bicheando por la red he encontrado también este emulador de Jupiter ACE programado en javascript y que puede ejecutarse desde el mismo navegador, sin necesidad de instalar nada. ¡A programar en Forth!